Overnight oats con fruta para desayunar
Como os habréis fijado en el título, el nombre original de esta receta es el de “overnight oats” y en un intento de darle una traducción decente al español (y tras búsqueda obligada en Google), lo he denominado “avena nocturna” pero no termina de convencerme…. Por eso creo que lo mejor es preguntaros a vosotros, ¿lo conocéis con este nombre en español?, si no es así, ¿con qué nombre lo conocéis?, ¿qué nombre le daríais? ¡Podéis dejarme vuestros sabios conocimientos en los comentarios!
Para mí esta receta es uno de los desayunos más completos que puede existir tanto a nivel de nutrientes como en facilidad de preparación (en total no tardaréis ni 5 minutos). Además te mantiene con el estómago lleno toda la mañana, lo que es un punto a favor si estás haciendo dieta o quieres controlar tu peso.
Los overnight oats son extremadamente sencillos de hacer, sobre todo si tomáis la receta básica que consiste en juntar la misma cantidad de copos de avena que de líquido. A partir de aquí se abre un mundo infinito de posibilidades y combinaciones donde podéis aplicar vuestra creatividad y gusto sin límite.
La receta que tenéis a continuación es una receta vegana, pero si no sois veganos obviamente también la podéis probar con leche normal.
Como he comentado, existen cientos de variantes y combinaciones, las semillas de chía no son imprescindibles, pero sí altamente recomendables, ya que conseguiréis más textura y sobre todo Omega 3, proteínas (16,62%), calcio, fibra (38%) y vitaminas entre muchos otros.
Aunque es verdad que las semillas de chía no son precisamente baratas, debo comentar que es una “inversión” que vale la pena y que en realidad dan mucho de sí ya que las cantidades que se usan en las recetas son muy pequeñas.


- 7/8 taza de copos de avena
- 1 taza de la "leche" vegetal que prefiráis (yo en este caso he usado bebida de soja)
- 1 cucharadita de semillas de chía (opcional)
- Toppings: media nectarina, un puñado de arándanos y coco rallado
- Por la noche colocar en un recipiente (taza, frasco, bol...) los copos de avena, la leche y las semillas de chía y mezclar bien con ayuda de una cuchara.
- Si no tenéis semillas de chía o no os apetece usarlas, recomiendo añadir a la mezcla medio plátano machacado previamente (y mientras más maduro mejor). Si no usáis semillas de chía deberéis usar 1 taza entera de copos de avena.
- Tapar el recipiente y dejar reposar en la nevera durante toda la noche al menos unas 5 horas.
- Por la mañana cuando os levantéis tendréis casi todo el trabajo hecho, simplemente añadid los arándanos (yo tenía rojos y azules), la nectarina en trocitos y el coco rallado por encima.
- ¡Y listo, a disfrutar de vuestro súper desayuno, lo agradeceréis durante todo el día!
- *Podéis adaptar las cantidades de esta receta a la cantidad que queráis conseguir o al apetito con el que os levantéis 🙂